¿Cual es tu Identidad ?


Creación original
Génesis 1,2




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1. Significante – Génesis 1:28
El hombre tuvo un propósito divino

2. Salvo y seguro - Génesis 1:29
Todas las necesidades del hombre fueron suplidas.

3. Pertenencia- Génesis 2:18
El hombre se daba cuenta de su pertenencia.


Bios = el alma está unida al cuerpo.
Zoa = el alma está unida con Dios.


Efectos de la Caída


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l. Rechazado, por lo tanto ¡necesitamos pertenecer!
2. Culpa y vergüenza!, por lo tanto ¡necesitamos saber que valemos por lo que somos!
3. Débil e indefenso, por lo tanto, necesitamos el dominio propio!


Toda conducta pecadora es un intento malo para satisfacer las necesidades básicas. La esencia del pecado es el hombre que vive independiente de Dios, quien ha dicho que Él satisfará todas nuestras necesidades mientras vivamos en esta vida "en Cristo".

La diferencia del último Adán que cambia la vida
Muchos son los cristianos que no disfrutan de la madurez y libertad que constituyen su legado en Cristo porque siguen percibiéndose mal. No se ven como realmente son en Cristo. No entienden el espectacular cambio que les ocurrió en el momento mismo en que se encomendaron a Él. No se ven en la forma en que Dios los ve y, en esa medida, sufren por su mala imagen de sí mismos. No captan su verdadera identidad. Se identifican equivocadamente con el Adán malo.

Demasiados son los cristianos que se identifican solamente con el primer Adán, cuya triste historia, fracasada y fallada, se halla en los capítulos iniciales del libro del Génesis [1 al 4]. Nos vemos, con inmensa nostalgia, acampados fuera del jardín de Edén, junto con Adán y Eva por sentimos parte de su familia. Sabemos que echamos todo a perder y que perdimos el paraíso para siempre y no nos parece que podamos impedir la repetición continua de la falla de Adán en cada día de nuestra vida.

Cierto es que heredaste la vida física de Adán pero si eres cristiano ahí mismo se acaba la similitud. Ahora tú eres identificado con el último Adán, Jesucristo. No estás echado fuera de la presencia de Dios como lo era Adán. Estás sentado con esto en los lugares celestiales (Efesios 2:6). La diferencia entre los dos Adán es eternamente profunda en la historia de tu propia vida. Tienes que asegurarte bien que te identificas con el Adán correcto.


¿Quién soy yo?
La lista que sigue detalla en primera persona quién eres realmente y qué disfrutas en Cristo. No puedes ganarte estas cualidades como tampoco puedes ganarte ni comprar los derechos y libertades que gozas como ciudadano de la nación donde vives. Estas características te son garantizadas por la Palabra de Dios sencillamente porque naciste en la familia de Dios por fe en Cristo. Nada hay que tú puedas hacer para que estas características sean más verdaderas en ti, pero, sí, puedes hacerlas más significativas y productivas en tu vida sencillamente decidiendo creerlas. Una de las mejores maneras que tienes, en tu calidad de creyente, para crecer y madurar es recordarte continuamente quién eres y qué posees como hijo o hija de Dios. Mientras más afirmes quién eres en Cristo, más se reflejará tu verdadera identidad en tu conducta.

Yo soy la sal de la tierra [Mateo 5:13].

Yo soy la luz del mundo [Mateo 5:14].

Yo soy un hijo de Dios [Juan 1: 12].

Yo soy amigo de Cristo [Juan 15:15].

Yo soy siervo de la justicia [Romanos 6:18].

Yo soy coheredero con Cristo y comparto Su legado con El [Romanos 8:17].

Yo soy templo de Dios-una vivienda Suya-.Su Espíritu y Su vida viven en mí [1 Corintios 3:16; 6:19].

Yo soy un miembro del cuerpo de Cristo [1 Corintios 12:27; Efesios 5:30].

Yo soy una nueva creación [2 Corintios 5:17].

Yo estoy reconciliado con Dios y soy ministro de reconciliación [2 Corintios 5:18,19].

Yo soy un santo [Efesios 1: 1; 1 Corintios 1:2; Filipenses 1: 1; Colosenses 1:2].

Yo soy hechura de Dios -Su manufactura- nacido de nuevo en Cristo para hacer Su obra [Efesios 2: 10].

Yo soy conciudadano del resto de la familia de Dios [Efesios 2:19].

Yo soy prisionero de Cristo Jesús [Efesios 3: 1; 4:1]

Yo soy justo y santo [Efesios 4:24]

Yo soy ciudadano del cielo, sentado en el cielo ahora mismo [Filipenses 3:20; Efesios 2:6].

Yo estoy escondido con Cristo en Dios [Colosenses 3:3]

Yo soy escogido de Dios, santo y entrañablemente amado [Colosenses 3:12; Tesalonicenses 1:4].

Yo soy participante de Cristo; yo participo en Su vida [Hebreos 3:14].

Yo soy una de las piedras vivas de Dios, y estoy siendo edificado en Cristo como casa espiritual [1 Pedro 2:5]

Yo soy un miembro del linaje escogido, del real sacerdocio, de la nación santa, del pueblo adquirido por Dios [1 Pedro 2:9, 10].

Yo soy un peregrino extranjero y exilado en este mundo donde vivo transitoriamente [1 Pedro 2: 11].

Yo soy un enemigo del diablo [1 Pedro 5:8].

Yo soy nacido de Dios y el malo- el diablo – no puede tocarme [1 Juan 5:18].



Puesto que yo estoy en Cristo, por la gracia de Dios...

Fui justificado -completamente perdonado y hecho justo- [Romanos 5: l].

He muerto con Cristo y morí al poder del pecado en mi vida [Romanos 6:1-6].

Soy libre por siempre de toda condenación [Romanos 8: 1]

He recibido el Espíritu de Dios en mi vida para que sepa que las cosas me son gratuitamente dadas por Dios [1 Corintios 2:12].

Me ha sido dada la mente de Cristo [1 Corintios 2:16].

Fui comprado por un precio; no soy dueño de mí sino que pertenezco a Dios [1 Corintios 6:19,20].

Puesto que he muerto, ya no vivo para, ni por mí mismo, sino para y por Cristo [2 Corintios 5:14,15].

Fui crucificado con Cristo, y ya no vivo yo, sino Cristo vive en mí; la vida que ahora estoy viviendo es la vida de Cristo [Gálatas 2:20].

Fui bendecido con toda bendición espiritual [Efesios 1:3].

Fui elegido en Cristo antes que el mundo fuera creado para ser santo y soy inocente ante El [Efesios 1:4].

Fui predestinado - determinado por Dios - para ser adoptado como hijo de Dios [Efesios 1:5].

Fui redimido y perdonado; recibo las riquezas de Su gracia.

Fui resucitado y sentado con Cristo en el cielo [Efesios 2:6].

Tengo acceso directo a Dios por medio del Espíritu [Efesios 2:18].

Puedo acercarme a Dios con seguridad, libertad y confianza [Efesios 3:12].

Fui librado del dominio de Satanás y trasladado al reino de Cristo [Colosenses 1: 13].

Fui redimido y perdonado de todos mis pecados. La deuda contra mí fue cancelada [Colosenses 1: 14].

Cristo mismo es en mí [Colosenses 1:27].

Estoy completo en Cristo [Colosenses 2: 10].

Fui enterrado, levantado y resucitado con Cristo [Colosenses 2:12,13].

Morí con Cristo y fui resucitado con Cristo. Ahora mi vida está escondida con Cristo en Dios. Ahora mi vida es Cristo [Colosenses 3:1-4].

Me fue dado espíritu de poder, amor y dominio propio [2 Timoteo 1:7].

Fui salvado y puesto aparte conforme al quehacer de Dios [2 Timoteo 1:9; Tito 3:5].

Tengo el derecho de acercarme confiadamente al trono de Dios para alcanzar misericordia y hallar gracia en momentos de, necesidad [Hebreos 4:16].

Dios me dio preciosas y grandísimas promesas, por las cuales soy participante de la naturaleza divina [2 Pedro 1:4]




La vida nueva conlleva nueva identidad
2Corintios 5:17; Efesios2:10; 1 Pedro2:9,10; 1 Juan 3:1,2




La vida nueva conlleva nuevo título
1 Corintios 1:2




La vida nueva exige nacer de nuevo
Juan 3:3,36